Abstrakt Sonance no es otro fan del bass con ganas de figurar. Este monstruo del underground salió de los rincones más ásperos del oeste canadiense y se hizo un nombre a base de golpes —literalmente. Pasó por adicción, vivió en la calle, y hasta sobrevivió un infarto a los 19. Hoy no solo hace música: la transforma en catarsis. Cada track es un cross directo al pecho, sin filtro ni maquillaje. Crudo. Intenso. Real.
No hay cuento de hadas acá. Lo suyo no fue una subida tranquila, fue una guerra. Creció en un lugar olvidado, donde lo único que había para repartir eran batallas. En plena adolescencia, se comió una vida entera: adicciones, calle, un corazón que casi se apaga. Pero lo que no lo mató, lo volvió música. Todos esos problemas personales fueron gasolina. Cada beat lleva su historia.
El sonido de Abstrakt Sonance no está hecho para pasar desapercibido. Es pesado, áspero y directo. Dubstep denso, drum & bass con fuerza, y un toque de grime y hip hop que le mete aún más tensión.
Sus bajos te sacuden, las percusiones te empujan, y el ambiente que crea es como estar en medio de una rave al borde del caos. Nada suena limpio ni perfecto, y justamente ahí está la gracia: su música no busca gustarte, busca hacerte sentir algo.
Desde sus primeros lanzamientos como Life e Ishtar, Abstrakt Sonance no paró de reinventarse. Siempre va un paso más allá, y en 2024 tiró una tanda de tracks que todavía resuenan fuerte:
Abstrakt arrancó reventando sótanos, y ahora lo ves haciéndose cargo de festivales gigantes. Pasó de boliches oscuros a romperla en eventos como el Outlook (2017) y el Infrasound (2023).
Esos shows marcaron un antes y un después en su camino, pero acá van algunos momentos en festivales que directamente la rompieron:
Además de volarte la cabeza solo, se está aliando con bestias del mic como D Double E, Flowdan y otros nombres que están reconfigurando el bass global. Cada collab es una mutación nueva del género.
¿Su último track? Un mazazo que te deja sin aire y sin certezas. Y eso es solo la punta del iceberg.
Dale play y deja que te vuele la cabeza >>
Porque el 2025 ya se viene con más lanzamientos, feats inesperados y shows que no aparecen ni en Google Maps. Se viene la ola. Y va a romper fuerte.
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