Carlita no es una DJ más. Es una bestia creativa salida del corazón eléctrico de Estambul. Sabe de batería, cello, bajo y guitarra eléctrica, y con ese arsenal sonoro deja a más de un DJ promedio temblando. Todo ese talento lo lleva al estudio y lo convierte en tracks que mezclan instrumentos en vivo con beats electrónicos que te sacuden y se te quedan pegados mucho después de que termina la fiesta.
Cuando está en modo estudio, es una tormenta sensorial. Los sintes gritan, los samples bailan, y hasta mete grabaciones de sus viajes más delirantes. Lo de Carlita es una experiencia inmersiva, intensa, con capas que rompen fronteras y te exigen atención.
Su ADN musical combina psicodelia turca con puro rock and roll. De esa mezcla nace un cóctel potente, cargado de texturas exóticas y beats que cruzan continentes y géneros.
Esa mirada global y su cero miedo a experimentar hacen que sus sets no sean simples presentaciones. Son aventuras sonoras que te atrapan y te sacuden.
Carlita no arma playlists, crea viajes. Tiene esa habilidad de diseñar un recorrido musical épico en cada set, y eso la pone a kilómetros de distancia del montón. Su sonido, tan ecléctico como sus raíces, te lleva de un punto emocional al otro sin aviso.
Trabaja con mezcla de intuición y estrategia. Suele tener planeadas solo una o dos canciones por adelantado y se deja guiar por la vibra del público. No se ata a un solo estilo: puedes escuchar downtempo, indie dance, deep house, techno crudo o hasta momentos cinematográficos con samples inesperados y grabaciones que trajo de sus aventuras.
Cada transición tiene intención. Usa edits propios y “rellenos” que conectan temas que, en teoría, no deberían funcionar juntos. Pero en sus manos, sí lo hacen. Y ahí está la magia. No vas solo a escuchar, vas a sentir.
Con su serie de eventos Senza Fine, va incluso más allá. No son solo sets, son viajes multisensoriales con niebla, aromas diseñados especialmente, visuales envolventes. rte curado. En The Edge, Nueva York, hizo literalmente bailar a la gente entre las nubes. Cielo y música en un mismo lugar.
Cada set es una historia en movimiento. Arranca tranquilo, te envuelve con emoción y, justo cuando piensas que sabes para dónde va, te suelta una bomba que te deja descolocado. Es hipnosis en estado puro. Nada predecible.
Carlita no para. Su último track, See It As A Sign, lo hizo junto al productor francés Myd y lo lanzó por Ninja Tune. Tiene loops de guitarra hipnóticos, voces suaves y un groove perfecto para atardeceres o venues en pleno fuego. Y obvio, ya se está metiendo en todos los festivales.
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Además, fue parte de la serie fabric presents con un mix de 13 tracks que muestra lo mejor de su sonido: originales como Stop Now y Raf, más edits exclusivos que solo vas a escuchar ahí.
En 2025, Carlita ya pasó por festivales como Awakenings en Países Bajos, Sziget en Hungría, DC10 en Ibiza, y tiene fecha confirmada en The Surf Lodge de Montauk. Cada parada tiene su propia vibra, pero todas comparten lo mismo: pistas encendidas y públicos que se van sabiendo que vivieron algo que no se repite.
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