Vamos a dejarlo claro: AWEN no pidió tu atención, se la ganó. Un día estudiaba Derecho, y al otro estaba detrás de una cabina haciendo bailar a todo el mundo, de Berlín a Bali. Francesa-senegalesa, mide casi un metro ochenta y lleva las trenzas con toda la actitud. No es que AWEN llegó a la escena electrónica, entró como si siempre hubiera sido parte de ella.

Olvídate del DJ promedio con remera negra y cero carisma. Ella canta en vivo sobre sus sets, que van desde el trance tribal hasta la catarsis total. No encaja en ningún género, tiene el suyo propio, y hace que el resto se adapte.

Raíces tribales, techno al hueso

El camino de AWEN no tuvo nada que ver con algoritmos ni tendencias de TikTok. Estudió música clásica, vivió en Hong Kong, dejó atrás el mundo de las leyes y decidió hacer algo de verdad. Y con “de verdad” hablamos de romper géneros como si fueran de papel.

Arrancó haciéndose un lugar en la escena Afro house, con voces profundas y cinematográficas que sonaban como traídas de otro planeta. “Your Voice” fue el llamado de atención, un himno lento, denso, que te sacude el alma, remixado por Adam Port y convertido en bomba. Después de eso, vinieron las colaboraciones una tras otra: Caiiro, Liva K, Floyd Lavine, todos aportando lo suyo mientras su voz marcaba el pulso de todo.

Hoy está metida de lleno en un melodic techno que sigue cargado de ese calor ancestral. Temas como “The Wave” (con Moullinex, Xinobi, GPU Panic) o “The Veil” (editado por Cercle Records) suenan intensos, oscuros, como hechos para escucharse de noche, con todo el cuerpo.

Ah, y este año remixó a Sia y Labrinth, así, sin hacer mucho ruido. Sí, esa Sia. Agarró un tema pop y lo convirtió en una trip de las cinco de la mañana, oscuro y alucinante.

AWEN en vivo: Esto no es para tibios

Si nunca viste a AWEN en vivo, te estás perdiendo algo serio. Lo suyo no son “shows”, son experiencias que se sienten de verdad. Nada de poses, nada de filtro. Canta sobre sus mezclas con una presencia que se mete en todo, en los drops, en las pausas, en el aire mismo.

Apenas pisa el escenario, todo cambia. Nadie mira el celu, nadie habla de fondo. Todos están ahí, conectados, siguiendo cada detalle como si no existiera nada más.

Desde fiestas underground hasta escenarios que parecen de otro planeta, AWEN mantiene esa misma intensidad. En Cercle Festival, tocó descalza bajo un transbordador espacial mientras el techno tribal hacía lo suyo. En Woomoon Ibiza, una noche de club se transformó en algo completamente distinto. También pasó por The BPM Festival, ADE y un montón de raves al aire libre donde, cuando te das cuenta, ya amaneció y no sabés cómo pasó tan rápido.

Libre, intensa y sin vueltas

A AWEN no le importa en qué género “debería” encajar. No vino a jugar a lo seguro ni a seguir el libreto. Vino a romper con esa idea de que un DJ tiene que quedarse callado y tirar hits. Ella canta. Ella siente.

Su música no está pensada para el algoritmo. No busca likes ni encajar en la fórmula de Beatport. Está hecha para liberar tensión. Para cuerpos que necesitan soltar todo en la pista, sin pensar en nada más.

¿Quieres pruebas? Escucha “Destination Lost”, su tema de 2024 con Jan Blomqvist y Rodriguez Jr. Es como leer un mensaje que no querías recibir, justo cuando empieza a amanecer. Su voz entra con fuerza, decidida a quedarse.

<Spotify link="https://open.spotify.com/track/4UttLhuIMc571qby41USTp?si=60b4bec68c604247" />

¿Y su público? No van por la anécdota ni para ver qué onda. Son de esos que la siguen a donde sea, que se compran el ticket aunque duela, y que se entregan por completo apenas escuchan su voz.

La bruja del techno que necesitábamos

AWEN es de esas artistas que entran a una escena que ya está demasiado cómoda y prenden fuego todo. No vino a cumplir cuotas ni a ser “la opción diversa” en tu lineup. Vino a romper con la monotonía del techno y a recordarnos por qué estamos acá.

Su sonido es otra cosa: primitivo y futurista al mismo tiempo. Tambores tribales. Cantos ásperos. Melodías que duelen. No hace falta entender lo que canta. Lo sientes en el cuerpo. Su estética tiene algo de bruja. Y sus sets suenan como un corazón roto atrapado en bucle a 125 BPM.

¿Lo más loco? Recién está empezando. Desde colaboraciones under hasta remixes pop, ya hizo de todo y sigue sonando a ella. Ya la están fichando los nombres grandes, como Cercle, las reproducciones no paran de subir y su visión está clarísima.

El futuro del techno no viene a caer bien. Viene a sacudir. A ir al hueso. Y ahora mismo, la que lleva la antorcha es AWEN: micrófono en mano, ojos cerrados, y haciendo que todo cobre sentido.

Compartir:

Copiado
Newsletter
¡No te pierdas de nada!
No te pierdas eventos, novedades de artistas y acceso exclusivo a tickets. ¡Suscríbete!

Explorar más

Ver todo